lunes, 26 de mayo de 2014

Las sublimes tramperas


Araneus diadematus.-

Comenzamos este relato fijando el hilo conductor de la historia...


Descendemos lentamente, extendiendo la narración en una línea vertical apoyada en un punto fijo.


La idea es formar el entramado de esta historia, esa red de ideas, que forman un todo...  

¿Pero para qué?

Sí, la idea es contar la vida de las sublimes tramperas, aquellas que hacen de la red, la más bellas de las estructuras, cazadoras letales, que se mueven con su mundo tejido cada amanecer con increíble precisión.


Pero quizá deberíamos darle la vuelta al relato, sino malamente desribiremos a la protagonista...

Así ya está...

Hoy vamos a charlar sobre la Araña de Jardín o araña de Cruz... el porqué de este apelativo lo desconozco...  no se me ocurre.... y cuanto más la miro más.....


Comenzaremos esta trama, cuando un atrevido macho, procede a tejer su tela al lado de la chica de sus sueños... es importante no creáis, que la tela se intuya cuando menos espectacular, la idea es que esa chica de volúmenes provocativos se fije en lo hacendoso que soy a falta de cuerpo serrano que lucir....


La princesa de este cuento hacendosamente limpia su tela, y la salvaguarda de cualquier ser que la toque, de ahí que nuestro galán, que también aprecia su vida, no intente en ningún caso tocar la "obra", de la dama... si no darle envidia, "para que aprenda lo que es un trabajo esmerado"


A todo esto, cuando nuestra protagonista descubre la tela del galán procede, a darse una vuelta y charlotear con el simpático vecino.


De esas risas un "no te vayas... quédate un ratito más", todo acaba como acaba.. y la princesa convertida en reina madre, le toca el duro trabajo de ir construyendo nidos para salvaguardar con éxito relativo la prole.


Si el trabajo es bueno y esmerado, el fin que se pretende será exitoso, aunque a ella le costará la vida.

Así, amaneciendo la primavera, una multitud de pequeñísimas criaturas se apiñan con un fin común.


En caso de un posible peligro, queda la dispersión, extendiendo el problema, este deja de serlo y la solución es factible....  estas dispersiones, suelen acabar con un camino por la vida en solitario.


En los que el mayor problema de nuestra pequeña será crecer... crecer y refinar las capturas que se presenten como un alimento considerable.


Con el tiempo, los fracasos y los éxitos, esas maravillosas redes serán más efectivas porque serán tejidas en el lugar correcto.


Captura tras captura nuestra pequeñas va tomando forma.


No hay presas pequeñas, solo hay trofeos que sirven más y otros que sirven menos.


Crecer, si es el bosque el que has elegido como reino, puede ser una gran idea, ser grande facilita la vida, impone respeto y suaviza el trabajo.


La presencia no lo es todo y la vida continua, en su parcela de bosque nuestra amiga espera la visita de un hábil tejedor que le muestre su trabajo.


Naturalmente, tarde o temprano aquello que esta hecho para unirse, se acaba uniendo, la vida es un cúmulo de casualidades...


Una rueda que gira, una vida que empieza y otra que termina, como si en una mágica telaraña todos perteneciésemos a esa red que protege nuestra existencia.

Un saludo desde donde nacen las nubes...



lunes, 19 de mayo de 2014

Sobre cuatrimotores en maniobras imposibles


Libellula quadrimaculata.-


Cuando se acerca Mayo y tras vivir entre dos y tres años en el agua, los grupos de quadrimaculatas ascienden a la superficie... tampoco es que cojan grandes alturas para efectuar la transición entre el agua y el aire, pero obviamente es suficiente para el fin que se proponen.

Así nuestra pequeña libélula se aferra a la vegetación de ribera y comienza a producirse el milagro.



Estirar y templar las alas, es la maniobra más importante en la vida de una libélula, no hay que tener prisa, tampoco pausa alguna, este estadio tiene su tiempo y su protocolo, obviamente por naturaleza unos sexos son más aptos que otros para cumplir a rajatabla las reglas que la vida nos pone... así esta dama ha llevado a buen fin el inicio de la última fase de su vida.



Entanto los otros, menos dados a acatar estas reglas, posiblemente no lleguen  a disfrutar ese pequeño momento de estancia en el paraíso... 

Son muchas las circunstancias que inciden en el origen de esas grandes frustraciones, una mala elección del soporte, un desafortunado agarre de la exuvia, un pájaro, otro insecto oportunista... puede dar con el protagonista en agua y frustrar el despliegue de lo que es básico durante su breve estancia..



Si esta crucial etapa es superada con exito, solo quedará proceder lentamente al ascenso, para probar el dominio de su nuevo elemento. 



Tampoco es bueno ascender demasiado, el viento es muy molesto, y si la fijación al soporte no es buena, puede ocasionar un disgusto inoportuno antes del primer vuelo. 



Cediendo este movimiento convulso del aire, la ascensión es una necesidad vital, se necesita pertenecer al aire para disfrutar con intensidad este breve periodo de su vida.



El vuelo no debe ser inseguro y sobre todo nunca, nunca ganar altura cuando no se domina el aire, enemigos feroces pueden frustrar un inicio prometedor.



Así que lo mejor será ocultarse, como parte del entorno natural donde se nace, se posee la asombrosa facultad de hacerse invisible.... 



O procurar un vuelo bajo, muy próximo al líquido elemento.... bueno.... no... no creo que sea buena idea... mejor un poco más alto



Obviamente tras un cara a cara visual, no cabe duda alguna, es una libellula, naturalemente este género tiene la costumbre de tener cuatro piernas y dos bracitos..



¿Pero porque le llamamos quadrimaculata?.

Muy sencillo, por sus cuatro máculas en cada par de alas.... en fin, como podemos apreciar Linneo no se complico en exceso la vida para bautizarla... podríamos pensar que era un poco vago, pero toda una vida de trabajo es una demostración palpable de lo contrario.



Como habéis podido apreciar, esa envergadura de las alas con respecto al tronco es muy espectacular, tanto como sus vuelos y giros entre la vegetación de lagos y lagunas, parece que ese dominio del aire la hace intocable.. pero por mucho que su hipnótica presencia nos maraville, debemos tener claro que el aire pertenece al genero aeshna y razas afines.

Cuando los adultos ocupan una buena atalaya, esos brutales despegues y esas maniobras con ascensos y descensos a increíble velocidad, nos demuestran que cada ser tiene una parcela del mundo en donde nada ni nadie puede compararse.



Tanto en su juventud como en su madurez, la protagonista de hoy no tiende a alejarse en exceso del medio donde ha nacido, si bien los machos se reparten en el territorio guardando con celo una pequeña parcela que defenderá con saña, en espera de que una bella princesa lo visite. Princesa que por cierto viste su mismo traje, por lo que no es fácil distinguirlos.

Os cuento un truco.. los ganchos del extremo del abdomen en los machos son convergentes en el inicio y divergentes en el extremo, sin embargo en las hembras es al revés, y si no quemos apreciar matices en tan bellas damas, paralelos.



Cuando esta princesa se presenta en la parcela, nuestro protagonista en una rápida maniobra la apresa, y formando un bello corazón en el aire, el galán efectúa un vuelo rodeando su territorio y seguido por los machos de los territorios aledaños... durante este  trayecto a toda velocidad la cópula no cesa, hasta que el macho alcanza un posadero, el roce de las piernas del macho con el soporte y la suelta de la hembra suele ser bastante sincronizado, aunque a veces, cuando el acoso de otros machos no es intenso, puede prolongarse un poco más... un poco... un instante...



Así cuando tu recorrido en la vida comienza su recta final, nuestro protagonista, allí sobre su atalaya, queda absorto ante un húmedo universo de estrellas, mientras en ese océano de luces que nacen y desaparecen en una cortina azul, la mente se dispersa y se piensa que la vida no es breve ni prolongada sino que se disfruta con más o menos intensidad, ese puede ser realmente el secreto.



Siempre que pienso en ella la veo así.... Un saludo desde donde nacen las nubes.



lunes, 12 de mayo de 2014

El lagarto Arnao


Timon lepidus.-

Cuando paseamos por aquellos entornos naturales que presentan una vegetación escasa o amplias zonas exentas de maleza es extraño no disfrutar de las apariciones de lagartos de un tamaño considerable.

Así simplemente paseando por esas pasarelas de madera, que facilitan los paseos, salvaguardando nuestro camino de las inconstante orografía del terreno, podemos apreciar como a nuestro paso se esconden estos saurios bajo el entablado de estos paseos.

-- ¿Saurios...?

- Si, Saurio, Lagarto, Lagarto ocelado o como por aquí se llama Lagarto arnal.

-- ¿arnal dices?... Arnao!!, Lagarto arnao de toda la vida!!!... manía de ponerles nombres a los lagartos..

-- ARNAO!!!

- Vale, vale... arnao... yo es que he ido a la vikipedia y... Arnao, yastá...


Así que con paciencia esperamos a que nuestro protagonista coja confianza, sabiendo que podemos optar a disfrutar de su hipnótica presencia.


Poco a poco sin prisas pero sin pausas, nuestros "Timones" (Arnaos), se apostan lentamente a disfrutar de ese solecito primaveral, que ayuda a subir la temperatura corporal.


Aclarando, cuando es pequeñito no posee estas tonalidades verdosas de círculos azulados, es mas bien marrón y amarillo... y guapo, muy, muy guapo.

Pero como trepador vegetal, deja mucho que desear. Si bien en la juventud se hacen cosas de las que uno con el tiempo se arrepiente , si encontráis uno en esta guisa.



Al acercarle la mano para que el pueda asegurase a algo fijo y descender.


Os lo agradecerá eternamente...



De grande sigue siendo el mismo, pero con más arrugas y mostrando unas tonalidades marcadamente bellas.


Con un tamaño respetable y en un remanso de paz, nuestro amigo disfruta de esas cálidas piedras, que aportan protección y naturalmente una base agradable para pasar el día.



Cuando la vegetación, ante el abandono de los prados y campos de cultivo, se hace más espesa e impracticable, nuestro amigo el timón lepidus desaparece y en su lugar otro "colega", con más aptitudes trepadoras retoma el testigo caído.



Lacerta schreiberi Bedriaga.-

Ese es el nombre en latín del llamado lagarto verdinegro o lagarto das silvas (en gallego). El cual en su infancia recuerda perfectamente al pequeñuelo del Timon, aunque sus enooormes ojazos lo delatan perfectamente.



Nuestro amigo es un gran nadador, un trepador perfecto, y ha hecho de la cobertura vegetal su reino, para ello ha reducido dimensiones y no alcanza a mostrar las tallas impresionantes de su "colega" de los claros.


Eso sí, llegada la primavera esa cabecita azul del "lagarto das silvas" se hace ciertamente espectacular.

-- ¿Largarto das silvas?......

- Ya estamos.... Si.

-- O sea, otro Arnao!!

- No, Arnao era el otro, este es lagarto verdinegro o "das silvas".

-- No, este es Arnao... con la cabeza azul...pues Arnao de cabeza azul.. tanto rollo, tanto rollo..

- Ta-bien... Arnao azul... Ayyy, señor, señor, señor, menos mal que el latín no se ha extinguido del todo.



Pues a lo que iba, estas son las características de nuestro pequeño Arnao azul.. el cual en estas imágenes que os muestro, se encuentra de mal humor (por tanto cambio de nombre).


Así que cuando encontréis un lagarto totalmente inmóvil en esta pose, si se encuentra al descubierto, darle un toque con el pie para que se esconda, (patadas no), esto es para evitar que se convierta en comida de cernícalo, en un visto y no visto...

Un saludo desde donde nacen la nubes.

sábado, 10 de mayo de 2014

Los azulitos americanos

Enallagma cyathigerum.-

A pesar de que nuestra azulilla americana nos recuerde en su apodo a otro continente. podemos decir sin temor a equivocarnos que nuestra amiga es seguramente la más omnipresente de todas las libélulas europeas... quizá es posible que tenga algo que ver su poca exigencia en cuanto a la pureza del agua, y como una maravillosa ave fenix, esa facultad suya de sobrevivir en entornos "algo" contaminados...


El caso es que nuestra amiga en su versión femenina presenta varios aspectos como puede ser el marrón que hemos visto, también se muestra en una tonalidad más verdosa como aquí bajo estas líneas.


Y como no en unos elegantes tonos azulados, como esta comilona que he escogido.


Obviamente los machos poseen una sola tipificación de color aunque tienden a variar la longitud y forma de sus marcas negras en los últimos segmentos, no es algo frecuente pero ocurre. Lo que nos identifica perfectamente la especie, es esa mancha en forma de "seta" que se aprecia en el segundo segmento del abdomen (empezando a contar desde el torax).


Naturalmente las hembras son distintas... y agobia un poco intentar identificarlas cuando se mezclan con otras especies similares.


Pero... estábamos hablando del macho, y como os comentaba, el caso es que no les gusta alejarse mucho de su entorno original, aunque es una evidencia que invade y ocupa otros asentamientos, adora pasear por la orilla de su charca de origen, no adentrandose excesivamente al interior de ésta.

Confieso que vengo observando que otras especies la desplazan con cierta facilidad... se nota que no es excesivamente conflictiva, ni exigente en la conservación de un territorio propio, si bien no rehuye de una buena pelea, prefiere el apoyo de un grupo más o menos numeroso en entornos poco masificados.


Al fin y al cabo nuestro pequeño protagonista disfruta con los escasos placeres de la vida.... comer, (que es sagrado), desacansar al sol y naturalmente atrapar una buena novia con la que disfrutar mientras aseguran la continuidad de su especie.


Atraparla ya tiene su cosa, ahora lo importante es convencerla de que eres la mejor opción, y paseo tras paseo, la dama acaba encantada y cediendo en esa mágica orilla donde las fantasias y los pecados se guardan con celo... (por ejemplo).


El caso es que esa aficción por el líquido elemento da lugar a la aparición de pequeños parásitos supcionadores, los cuales esperará pacientemente a que un pájaro pille a la dulce parejita... para con ello continuar asegurando el futuro de las nuevas generaciones de... ácaros del agua, se llaman así estos "bichos". (en la fotografía inferior se puede apreciar un numeroso grupo sobre la parte inferior del abdomen de la hembra).


Los ácaros del agua son pequeños oportunistas, los cuales con un habilidad extraordinaria se apostan próximas a los nidos de mantis o simplemente ascienden enganchados a la larva cuando esta abandona el estado acuático.. esta actitud, intenta aprovechar la salida de los ejemplares de sus nidos o exuvias para así, antes de que su armadura se endurezca anclarse definitivamente a su huesped... de ahí que aunque nuestra protagonista pueda alcanzarlos no tenga interés alguno en sacarlos, ya que la muerte del parasito puede arrastrar la suya propia... mala suerte, no cabe duda.

Cuando las bellas parejas no son acosadas por tanto peligro suelen escoger bellos entornos.


Por eso es una evidencia, que se disfruta estudiando esos bellos corazones que el amor produce.


Incluso cuando ese amor se intensifica con pasión arrolladora.


Espero que os haya entretenido este relato... un saludo desde donde nacen las nubes.

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