miércoles, 1 de junio de 2016

Las hadas de perales y cerezos

Iphiclides podalirius.-


Repasando las leyendas sobre hadas, se dice que hace muchísimo tiempo, que en las tierras de Avalon no solo había manzanos, también existían cerezos, melocotoneros, ciruelos, almendros, duraznos y... perales... ¿Y que tienen en común estos frutales?.

En común no sé que tienen, quizá un hada a la que llamamos Iphiclides.


El hadita que nos ocupa, en su más tierna infancia, se dedica a comer las hojas de estos árboles concretos. 

¿Porqué le llamamos Iphiclides?..   

Iphiclides era uno de los argonautas que acompañó a Jasón... y supongo que este Héroe nos recuerda el carácter indómito del hadita que nos ocupa.


Cuando el pequeño guerrero ha llenado el estómago, se retira a descansar a la seguridad de su pequeña alcoba.


Obviamente, como todos los seres con ganas de vivir, nuestro pequeño guerrero se habrá hecho una hermosa cama con lecho de seda, que le permitirá dormir tranquilo y sin temor a caerse, naturalmente, alejada de las hojas que le sirven de alimento por si cualquier depredador es atraído por las mordeduras que en ellas se pudiesen apreciar, aunque al día siguiente deba continuar la comida donde la ha dejado.


Si Atendemos a su apellido "Podalirius", enseguida nos damos cuentas que hace referencia al Hermano de Machaon.

Así que teniendo esto en cuenta, si intentamos acercarnos, observaremos (siempre según el carácter de cada ejemplar en concreto), como le surgen de la cabeza unos cuernitos amenazantes, que se denominan "omasterium" y es un órgano retráctil, como los ojos de los caracoles, estos cuernitos siempre los usan cuando se sienten amenazadas, con este movimiento el depredador se ve sorprendido, (pájaros, roedores, reptiles, niños y adultos que continúan sin crecer), si el agresor es alcanzado por este órgano, le quedará un desagradable olor durante un tiempo, como aviso de que este pequeño guerrero no es naaaaada comestible... 


Cuando se siente que el tamaño ideal es alcanzado, toca retirarse a dormir una larga temporada y tras este descanso invernal, resurgirá con una belleza espectacular que nos confirmará que estamos ante la presencia de una de las mariposas más bellas que vuela por este reino.


Aunque volviendo al inicio de la historia y haciendo honor a su nombre, recordaremos enseguida que nuestro pequeño guerrero, posee un fuerte e indómito carácter.


Hemos disfrutado de sus alas extendidas en pleno enojo y también con ellas plegadas en posición de un atento reposo... pero será extraño que la volvamos a ver así, sus alas estarán siempre entreabiertas, atendiendo a la posibilidad de una batalla inminente.


Nuestro guerrero se reservará un sitio en el bosque, haciendo valer su dominio sobre el territorio, lo guardará de cualquier invasor que se presente.


Aunque se encuentre con un encantador machito volatinero, será extraño que nuestra heroína le ofrezca un agradable recibimiento, el territorio es suyo y lo cuidará con saña, ya sean mariposas de su misma raza, razas afines, o cualquier insecto o pájaro con envergadura suficiente para llamar su atención.


Entre batalla y batalla, las heridas y mutilaciones está a la orden del día y como era previsto alguna de sus bellas colas suele pagar ese terrible carácter.


Por lo tanto comprendemos que perder una de sus colas es un mal menor, perder la vida hubiese sido una desgracia insalvable, al fin y al cabo se puede volar perfectamente sin alguno de esos ornamentos. 


O sin los dos..... lLs caracteres fuertes suelen ser reincidentes, y debe ser costumbre de los grandes guerreros ir perdiendo la vida a trozos.


De grandes aventuras pueden hablar los viajeros del viento, épicas batallas e historias de amor y desengaño se escribirán en cada una de sus cicatrices, será cosa nuestra aprender a leerlas cuando las encontremos... o quizá comenzar a leer las historias de la antigua Grecia, para así reconocer a sus personajes cuando los vayamos encontrando.


Un saludo desde aquí, donde nacen las nubes.


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