lunes, 9 de junio de 2014

Esas mágicas flores

Las Orquídeas.-

Hablamos, comentamos, contamos cosas.... pero siempre se nos queda algo atrás.

Allí donde nacen las nubes suelen encontrarse flores que hacen de la belleza algo pasajero y que en su intenso encanto atrae las miradas de aquellos seres para las que han sido creadas y como no, también de aquellos que viven fascinados por ellas.

Decir que en un principio, sus raíces eran más fascinantes que la belleza de sus flores y que sus dudosos poderes medicinales las convertían en un bien muy preciado... sin embargo con el paso del tiempo nos hemos dado cuenta que nuestras amigas tienen un mágico encanto.

Os muestro algunas de las orquídeas que son relativamente fáciles de descubrir aquí donde nacen las nubes.


Cephalanthera longifolia.-

Paseando por terrenos de consistencia caliza, podemos encontrar esta bella orquídea, si bien es cierto que acepta todo tipo de terrenos y casi todo tipo de alturas.



La belleza de esta bellas varitas se resalta espectacularmente cuando nacen al amparo de los bosques de pinares o árboles caducifolios.

Sobre la blancura de esos ramilletes, que con ese amarillo oro ilumina el centro de cada una de sus flores, poco más hay que decir, sino detenerse a contemplar tamaña belleza.




Ophrys apifera Hudson.- 

Es curioso que el término Ophrys se refiera precisamente a la bellosidad de su labelo y no a los llamativos dibujos de sus flores, ni a la belleza de colores que porta. Para sus segunda característica que es la de engañar a la abeja para colaborar en su polinización, se encarga el término "apifera" que significa portadora de abejas.

Y es cierto, raro es no encontrar a estos insectos colgados de esta pequeña belleza, sin embargo la necesidad de supervivencia, hace que nuestra amiga se autopolinice ante la falta de visitantes dispuestos a colaborar.




Dactylorhiza elata.-


Si paseamos por prados húmedos o junqueras arenosas podemos apreciar a mediados de primavera como surgen entre las gramíneas unas varitas de considerable altura de ahí su nombre (elata).



Poco a poco sus flores van surgiendo como las gotas de rocío y una a una van mostrando su belleza.



De abajo arriba, rodeando la varita.



Y así paulatinamente las pequeñas y mágicas varitas van destacando en un tapiz verde.



Hasta completar la apertura de todas y cada una de sus flores.



Es cierto que varia en tonalidades según la composición del prado en el que se encuentren.



Llegando a perder el dibujo característico de su labelo, pero sin perder un ápice de su belleza.




Dactylorhiza maculata.-

Cuando el terreno posee un componente ácido, y la humedad y características es similar a la de su prima hermana la "elata", podemos encontrar esta belleza que os muestro bajo estas líneas, su nombre "maculata" viene definido por el aspecto manchado de sus hojas.




Serapias parviflora Parlatore.-

El término serapias que portan las tres plantas que existen aquí donde nacen las nubes, esta dedicado al Dios griego que se encargaba de la fertilidad, quizá con ello se intentaba señalar indirectamente las supuestas características afrodisíacas de esta planta.

La más pequeña de las tres serapias es sin duda la serapias parviflora o (pequeña flor de Sárapis) si traducimos el término.

Es muy común en las zonas de costa y se distingue perfectamente por su pequeño tamaño si lo comparamos a sus dos primas.




Serapias lingua.-

Descarada orgullosa y terriblemente evidente es sin duda la Serapias Lingua, nombre al que no le hace falta traducción alguna y naturalmente de profunda belleza.



Sus atractivas formas y su descarada imagen hace que nuestra curiosidad se centre en esa boca abierta de evidente logotipo de los Rolling S.



Así en prados y pastizales de semisombra la apreciamos perfectamente formando pequeños grupos o en solitario destacando sobre las gramíneas que dominan el lugar.




Serapias cordigera .-

La más grande de las Serapias que viven en estos lares, quizá también la más espectacular, haciendo honor a su nombre (portadora del corazón de Sárapis), haya dado lugar a más de una leyenda en torno al tema.



Espectacular donde las haya,  siempre trae consigo su caída en desgracia cuando alguna mente torturada en su ignorancia, pretende introducirla en su jardín. Triste fin para tan bella planta la cual no ha nacido porque sí, y aquello que la mantiene con vida en su lugar en el mundo no le podrá ayudar allí donde quieran llevarla.



Pese a ser casita de multitud de avispas y abejas, las cuales no dudarán en defender su hogar, es indudable que encontrarse en plena naturaleza con ramilletes imponentes como el que os muestro es una gran tentación para el más egoísta de los humanos... aunque cuando esto no es así, pues lo disfrutamos todos, y agradecemos a nuestros "colegas de especie" su deferencia en dejar brillar tan bellos corazones.





Espero que cuando menos os haya entretenido esta entrada.



Un saludo desde donde nacen las nubes.


4 comentarios:

  1. Preciosas imágenes.. Enhorabuena y un saludo..

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  2. Armonía de formas, color, composición y estética. Los humanos deberíamos aprender de las clases gratuitas que nos brinda la naturaleza. Como siempre Santi. Magistral.

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