lunes, 27 de octubre de 2014

Los Sauces y sus Hadas


Smerinthus ocellata.-


Hace ya unos años paseando con mi hija por el entorno de una laguna de dimensiones considerables... allí entre los juncos, dormía plácidamente un bello ejemplar de Smerintus ocellatus, tan fascinado quedé por tan bello esfíngido, que pensé en buscar la oruga, sabiendo de antemano que el plácido dormilón no se encontraba allí por casualidad....



Sino que quizá en su ánimo estaba el dejar su descendencia entre las ramas de los salgueiros (Salix atrocinerea) y como su nombre indica, estos sauces de hoja ancha y oscura indican con su presencia la abundancia de agua...  a la cual podremos ver o no, igual, igual que a los jovenzuelos de nuestra nocturna mariposa.


Me pareció una búsqueda relativamente sencilla, todo sería revisar cortesmente los ejemplares de salgueiro que fuese encontrando por el lugar, y.... os juro que nunca pensé que hubiese tantos... revisé y revise y la come hojas de este árbol nunca apareció.



Fueron pasando los años y descubrí que entre sus ramas se refugian y alimentan multitud de criaturas, las cuales fueron dejándose ver entre estos arboles de ribera... pero la susodicha criatura vendía cara su presencia.



Contaba alguna publicación inglesa, la cual malamente traduje... que nuestro verde amigo solia dejarse ver entre manzanos... ¿manzanos eh?... y curiosamente encontré otro ejemplar de esta mariposa próxima a los manzanos, revisé entonces manzanos... y de su presencia solo me quedaba la convicción de encontrarla.



Entretanto, disfrutaba de las bellas vistas y publicaciones de aficionados de más al sur, los cuales presumían de sus orugas, presumían porque podían, pero yo seguía sin encontrarla.

Obsesionándome con todo salix cuando veía comencé a odiarlos, y cuando ese odio comenzaba a tornarse visceral... sobre una rama y a plena luz del día un ejemplar se erguía sobre si mismo ,por si en mi torpeza pasaba desapercibido... pude haberme alegrado, pero mi mente no fue demasiado apasionada con el encuentro... 



Yo tenía la completa seguridad que esas hojas mordidas tenían un solo culpable, y el cabrito este con su manía de enterrarse, parecía jugar al escondite conmigo... pero es imposible perder siempre, solo necesitaba ganar una vez.



Así que el pequeño tragón, al darse cuenta de que mi interés por el no era culinario, siguió con lo suyo. Dedicándole tiempo y minuciosidad al tema.... 



Hace falta crecer, enterrarse formar capullo para posteriormente resurgir con una presencia innata a dominar el aire.




Su nombre Smerintus es una palabra latinizada del griego, Si bien su raíz parece carecer de significado, no es del todo cierto, porqué creo haber encontrado una traducción que le va al pelo "Abeja Lobo" y naturalmente Ocellatus sería una abeja lobo de grandes ojos.

¿Porque?

Porque si bien, nuestra amiga cuando esta relajada impresiona con su tamaño y formas.



Cuando se enfada, muestra unos grandes ojos, con el fin de asustar al enemigo... y es cierto que asusta.



Pero la vida es más que para asustar o tener miedo y ahí bajo los manzanos, las bellas hadas a grandes que sean se columplian en las flores al compas del viento.



Espero que os haya gustado la historia, un saludo desde donde nacen las nubes...


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