lunes, 18 de agosto de 2014

Esa elegante invasora.

Trachemys scripta elegans.-

Trachemys scripta elegans, jicotea elegante, galápago de Florida, tortuga de orejas rojas, etc, suele llamarse a uno de los galápagos más bellos de este planeta.

Si es ciertamente bonito, y naturalmente como todos los reptiles sabe buscarse perfectamente su vida...

¿Donde lo podemos encontrar?.... si la estupidez humana no superase los límites del capricho convulso... no demostrase repetidamente lo caprichosos, egoistas, que pueden llegar a ser los primates inferiores desprovistos de pelo y rabo.... pues si estos seres no proliferasen como sus primas hermanas las ratas... nuestra querida amiga la Jicotea Elegante no hubiese salido nunca de su rincón del mundo y allí en las aguas cálidas de su tierra americana disfrutaría de aquello que le pertenece.

Pero gracias al ser humano, su presencia se ha extendido por doquier y la belleza de este ser, se ha convertido en maldición para las tortugas locales y los habitats en los que se ha adaptado.... 


Nuestra amiga tiene un voraz apetito y no posee el más minimo refinamiento en el gusto, es decir come de todo, así habitat en el que penetra, se puede considerar destrozado, a nivel invertebrado o incluso vegetal.... si quedase algo de naturaleza a mantener y por la que pudiésemos luchar.

Es por lo tanto, que cuando paseamos por lagunas dignas de disfrutarse, y testeando a las razas locales, simplemente la constatación de su presencia, te voltea el corazón y un triste pesar embarga tu alma... posiblemente no debiera estar ahí, pero su presencia denuncia que un ser humano se ha desentendido de su cuidado...



De eso naturalmente ella, no tiene culpa alguna, solo quiere vivir en libertad y alejada de esos monos con poco pelo que la extresan... crecer encontrar un buen mozo y tener sus crías a salvo...

Eso es lo ideal... pero no. Su vida en libertad (que la merece), le cuesta muchas vidas aquellos seres que han nacido aquí entre las nubes... muchos de los cuales, conocidos o desconocidos, no tienen otro sitio en el mundo que su pequeño rincón... naturalmente nunca serán peligrosos en otros paises porque no han llamado la atención de esos seres caprichosos con los que comparto especie.


No seré yo, pequeños monitos, el que os diga que no compreis tortuguitas, comprad, comprad, aquello que sea legal su venta, peeeero responsabilizaros de lo que tenéis, porque las tortugas, si las cuidáis, vivirán muchos años, y crecerán mucho y no podrán salir del rincón que le hubieseis habilitado, ni tampoco escapar a la libertad... sino que no les quedará más remedio que vivir estresadas toda la vida con vosotros.... hasta su muerte.

¿Que pasa cuando encontramos uno de estos visitantes en la naturaleza?

Lo primero, si vivís aquí, retiradlo del agua y llamar al servicio de recuperación de fauna para que vengan a recogerlo... todavía las recogen... en otros lugares del mundo ya se han rendido, (que triste).


Empezamos con tortugas, pero cualquier día se me comerá un cocodrilo o una anaconda... no lo creo imposible, aunque sí poco probable... por de pronto la tortuga, así se la toca se esconde, y asiéndola por los lados, (sin ponerle la mano delante de la boca), se la retira... allí se queda encogida, en tanto gracias a la tecnología inalámbrica te pones en contacto con el servicio de recuperación de fauna de tu provincia...


Si la conversación se alarga mientras expones datos y apuntas lugar de recogida, puede que te alejes un poco del personaje... por lo tanto nuestra dama, sacará la cabeza de su caparazón.


Mirará a la derecha.


Luego a la izquierda.


Para posteriormente salir por piernas... eso sí, marcando presencia.


Y rapidamente tomar rumbo con dirección al medio acuático más próximo.


 Son grandes caminantes con paciencia infinita...  pero si la rodeamos buscará escondrijo. a ver si pasa desapercibida.



¿Miedo?... Nunca, simplemente precaución.



Lo dicho, una lástima!!, porque de vivir ella no tiene, la culpa... de todos sus pecados su cuidador es el responsable, de toda la fauna muerta, de todas las enfermedades contagiadas a las tortugas locales... de todo.


Y a pesar de todo ello se la puede amar y cuidar, solo se necesita una cosa.


Ser responsables.


Un saludo desde donde nacen las nubes.

2 comentarios:

  1. Es una pasada como están proliferando estos bichos, un autentico problemón, pero como dices tu, ellas no tienen la culpa. Bonitas fotos Santiago. Un abrazo desde Cantabria.

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